sábado, 15 de junio de 2013

Hay veces en la vida en las que no hay que detenerse a pensar. 
Hacerlo todo de forma atropellada, alocada. Hacer las cosas como si fuese una locura. Y después, pagar las consecuencias o sólo disfrutar el momento.
A veces, no es bueno quedarse parado, pensando, viendo como los demás hacen realidad su sueño. Quizá el tren pase más veces, o quizá solo pase una vez, una única vez. Quizá sea un tren de ida sin regreso, o un tren de ésos que solo se chocan contigo una vez en la vida.
 Es ahora, o nunca.

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